Smiley, amor en tiempos de Grindr

 

Buenas buenas mis cinéfilos curiosos , hoy les tengo una recomendación muy especial para todos aquellos amantes de las comedias románticas, o incluso a los que no. Y es que a veces puede ser difícil encontrar material nuevo que valga la pena. Sin embargo, Netflix nos sorprendió este diciembre con el lanzamiento de Smiley, una comedia LGBT ambientada en Navidad con tramas que enganchan a más de uno.


Smiley es una serie que gira en torno a sus dos protagonistas, Álex y Bruno. Álex es un chico normal que encarna muchos de los prejuicios gay que frecuentan las aplicaciones de citas. Bruno es un verdadero cinéfilo, arquitecto y un poco amargado.



Álex acaba de romper con su novio. Tras un largo intento de localizarlo, Álex lo llama desde un fijo para leer su tarjeta, pero comete un error en la llamada y el mensaje termina en el buzón de voz de Bruno. Este lo llama para decirle que se ha equivocado de número pero finalmente se conocen y de ahí se construye la típica historia de comedia romántica.


En la serie vemos grandes temas como la búsqueda del amor, ser honesto contigo mismo, las relaciones entre personas mayores, la edad, la superficialidad de las apps de citas o el hecho de que a veces las relaciones terminan sin que nadie pueda hacer nada son solo algunos ejemplos. 



Sin embargo, hay algunos puntos que me gustaría hacer. La primera es el hecho de que Miki Esparbé sea considerado un hombre "feo" o que puede matar de morbo por su físico. La normatividad de Miki es obvia, pero también si es fea no puedo verla. Y hasta ahora nunca me he escapado cuando me veo en el espejo.


Además, aunque por ejemplo Pepón sí pertenece a un colectivo, sus dos protagonistas son heterosexuales. Esto está en debate, ya que muchos dirían que esto no debería importar. Que si son los más aptos para el puesto, merecen conservar el puesto. Y, en parte, tienen razón. Pero es interesante recalcar el hecho de que no ocurre al revés. 


Los actores han sido discriminados durante años por su orientación sexual. Especialmente si son trans, no pueden encubrir su condición cuando van al casting. Estamos en un punto de transición a medio camino entre la normalización sexual y la sospecha. Y muchos otros encuentran que priorizar personas colectivas en roles colectivos ayuda a opinar del lado correcto. También tienen razón.



Pero dejando eso un poco de lado, Smiley es una de esas series que te traen una gran comedia con problemas cotidianos con los que te puedes identificar, algo que poco a poco se ha visto más en contenidos LGBT+ y totalmente apoyamos tras una larga lista de finales tristes y crueldad retratada. Una serie perfecta para dominguear y relajarte, se que te encantara.


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