Daniela Vega y como Hollywood celebro a una actriz chilena

Daniela Vega inició su carrera en el teatro, donde demostró su talento en obras como "Migrante" y "La mujer mariposa".

Pero su increíble salto internacional fue gracias a Lelio y Marina Vidal, "mujeres increíbles" que fueron inseparables de Daniela Vega.

Al escuchar la conversación entre la actriz y el director, no cabe duda de que Marina debe ser interpretada por Daniela.

“Sucedió de manera muy orgánica”, dice la actriz.

"Me pidió que fuera su asesor cultural, que le dijera cómo veo el mundo, cómo me tomo las cosas, qué hago los fines de semana, qué libros leo... y después de mucho tiempo, como un año, me preguntó me decía 'algo llegará a tu casa, léelo y dime qué te parece'.

"Realmente no pienso en eso, de verdad".

“Marina evoca un personaje tan resistente, tan digno, tan tenaz y tan humano”, dijo con admiración la actriz chilena.

A veces es difícil distinguir al personaje de la persona, dada la propia historia de fuerza y ​​resistencia de Vega.

Un gesto que ahora la sigue conmoviendo y que no le impide ver que, en general, todavía queda mucho por hacer en lo que respecta a los derechos de las personas transgénero.

Si bien no se define como activista, la actriz no ha cambiado su nombre ni género en su cédula de identidad.

Hacer una película como "Una mujer fantástica", donde el personaje principal es una mujer trans que aparece en casi todas las escenas, es un proyecto muy difícil.

Pero la acogida ha sido abrumadoramente positiva, no sólo por los elogios o el reconocimiento de la crítica, sino también por las muestras de apoyo y admiración que personas anónimas le han hecho llegar.

Daniela Vega: Marina es mucho más dama que yo. Es una mujer fantástica, yo no lo soy.

Por supuesto, no faltaron los ataques verbales.

Daniela Vega no perdió el sueño por este ataque; de hecho, los hace menos importantes.

“Mira, llevo 14 años conquistando mi cuerpo de mujer, he vivido cosas como tantas mujeres en todo el mundo y te puedo decir: ‘perro que ladra no muerde’.

"Al final, el oído escucha todos los sonidos y entre los sonidos hay notas hermosas que se pueden agrupar y unir melódicamente, pero el resto es sonido".

El arte, dijo en muchas ocasiones, le salvó la vida.

Y, como expresó en tono esperanzado antes de despedirse, puede calmar el tormentoso momento que vive el mundo en estos momentos:

“No hay que desesperarse porque por fin hay un mecanismo de arte que puede que no sea una brújula, sino un bálsamo o llave para nuevas conquistas y cimientos”.